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sábado, 8 de febrero de 2014

Malas costumbres educativas


Malas costumbres educativas


Por: Virginia Quintero Blanco
Magister en Educación
Experta en el Diseño de Experiencias de Aprendizaje.
vquinteroblanco@gmail.com


Para alguna de las experiencias que vivo con los niños y las niñas del jardín de infancia donde laboro utilizamos material reciclable. En la búsqueda de algo que nos sirviera para exploraciones sonoras, encontré una botella grande de plástico y varias de vidrio más pequeñas. Me lamenté por un momento cuando me di cuenta que la única botella que no tenía tapa era la grande que además era la única de ese tamaño y de ese material, pensé en desecharla, pero una compañera que me observaba en la búsqueda, rápidamente le quitó la tapa a una de las botellas pequeñas de vidrio y la enroscó en la grande de plástico. En los segundos que ella tardó en desplazar la tapa de una botella a la otra, yo negué por completo en mi mente la posibilidad de que la misma tapa fuera útil para dos botellas de características tan diferentes.

Aquel día comprendí la practicidad de la industria. La producción en serie le regaló a la industria desde 1901 la facilidad de poder obtener resultados rápidos y más económicos al estandarizar los productos, contando con una maquinaria que se programara para repetir un mismo modelo. Si bien aquellas botellas eran diversas, poseían cualidades útiles diferentes, el sistema se encargó de igualar sus condiciones de alguna manera para sacar provecho.

Pero no es la ingeniería industrial lo que motiva esta reflexión. Es la necesidad social y cultural que tenemos de reconocer que los modelos de desarrollo industrial no pueden adaptarse a todas las esferas, no en éste tiempo. En aquel momento de la historia, siendo esa la luz para el desarrollo económico, todos los sectores se enfocaron en ese fin, aún la educación.

Siglos después, hoy, en plena globalización, tiempos en los que todos tenemos acceso a la información, encontré una historia muy parecida a la de las botellas, pero ésta con un toque mucho más trascendental. Conocí a un niño alegre, espontáneo, sociable, al que sus padres describen como curioso, explorador, recursivo. Recientemente inició en una escuela de su ciudad, y al observar las fotografías de sus primeras interacciones allí, le vi en una "máquina", atrapado en aquella silla que asociada con la mesa le mantenía bajo control. Seguí observando y aquel genio creativo que suele encontrar formas para conseguir lo que es de su interés, estaba ahí a punto de que le pusieran una tapa aunque no fuera la suya... tenía una fotocopia en frente con la imagen falsa de una mariposa que él jamás imaginó,  pero que además era la misma de los dos compañeros con quienes compartía la mesa, la profesora con su dedo índice les indicaba a todos los de la mesa lo que tenían que hacer con un solo color. ¿Una mariposa? ¿Por qué? ¿para qué? ¿por qué esa mariposa? ¿esa mariposa hace parte de la vida, imaginación o de la creatividad de ese niño? Es posible que la profesora simplemente estuviera buscando cumplir con lo programado en su planeación de alguna forma.
Si bien a nivel mundial se está asumiendo a partir de las políticas públicas acerca de educación el reto de rehumanizar la escuela, en miras de rescatar valores fundamentales como el respeto a la vida y no sólo la humana, existen aspectos socialmente ignorados acerca de la educación inicial.

"Es importante considerar que en cuanto sujetos de derechos las niñas y los niños son únicos, singulares e irrepetibles. Desde el nacimiento experimentan un proceso de individualización y diferenciación que posibilita reconocer sus características particulares, sus propios ritmos y estilos, sus gustos, sus distintas capacidades, cualidades y potencialidades. Cada quien hace su propio recorrido de vida en su camino por el ciclo del desarrollo de acuerdo con sus características, las particularidades que ha tenido su proceso de cuidado, sus interacciones con pares y adultos, las oportunidades que le han ofrecido sus entornos y contextos y sus aprendizajes." (Estrategia de atención integral a la primera infancia MEN 2013, pag 61.)

La maquinaría que aún portan algunas escuelas que reciben niños y niñas en primera infancia, está de más para lo que en realidad científica,  psicológica, física y pedagógicamente ellos necesitan. Analicemos un poco más de dónde vienen éstas "malas costumbres educativas".

Tal vez la tendencia se tomó de aquellos años en los que se necesitaba contar con maquinaría y recurso humano que la operará, entonces, lo que era prioridad en la educación era solo el "saber hacer". Las necesidades eran específicas y las mismas para todos los casos, era posible que aplicara en aquel siglo pasado un misma imagen pre fabricada para tres individuos y no importaba si era fotocopia, porque no había nada que imaginar ni explorar, se trataba de una máquina, se trataba de productos.

De alguna manera esa tendendencia que fue respuesta a una necesidad momentánea, se convirtió en un virus que penetró las fibras más sensibles de la educación, alojándose silenciosamente en las escuelas de primera infancia donde es muy común encontrar estereotipia. De repente en un mundo lleno de diversidad, de formas, colores, sabores, tamaños, cantidades, intensidades, sensaciones y emociones, ¿todas las mariposas son iguales y de un mismo color? ¿todas las manzanas son rojas, redondas o como se ve en la fotocopia o en la flashcard?

Es mucho lo que se comenta acerca de lo obsoleto que es pretender guiar el aprendizaje de un niño o una niña a partir de repeticiones y memorizaciones carentes de sentido para su etapa vital de desarrollo. Esos métodos rigurosos tenían sentido en aquellas épocas cuando la educación era exclusividad de la iglesia y la necesidad de esa institución era que sus miembros memorizaran las liturgias.

Existe la necesidad formativa, educativa, social y cultural de cuestionarnos acerca de los métodos, didácticas, filosofías con las que son abordados pedagogicamente nuestros niños y niñas. Podríamos llegar a sorprendernos si entráramos en el detalle de analizar minuciosamente que el estancamiento en el que se encuentran algunas escuelas de educación inicial no está relacionada con sus costos, popularidad, antigüedad o estrato social.


La educación es el fundamento de la sociedad, ¿Qué tipo de ciudadanos se están formando? ¿Cómo ha sido posible que en mundo tan avanzado la educación esté tan influenciada por el pasado? ¿Cómo la revolución industrial y el rigor de la edad media se pueden vivir en un jardín de infancia?

"Para impactar positivamente en la educación preescolar sería necesario proponer una pedagogía educativa con pertinencia cultural. El proceso pedagógico debe reconocer una historia de vida y de significaciones en cada uno de los niños que acuden al preescolar así como en sus familias, y a partir de ellas iniciar su proceso, buscando su articulación con las tendencias actuales que sustentan científicamente la práctica educativa en investigaciones realizadas con el objeto de hacerla óptima." (Serie de lineamientos curriculares MEN)

Por una parte las maestras y los maestros tenemos la responsabilidad de asumir el reto de llevar la educación a los niveles requeridos por el mundo de hoy. A nivel mundial se habla de la resignificación del rol del maestro, de la entera necesidad de un maestro y una maestra que no se acomoda, no se le limita, no se conforma. Uno y una que investiga, se documenta, reflexiona, se cuestiona, replantea y transforma. La sociedad y nuestra cultura necesita que los profesionales involucrados en Educación tengan sus cuerpos llenos de tantas posibilidades como la naturaleza de un niño. Los maestros y las maestras estamos invitados a encontrar de cada detalle su significado más amplio, de no ser así, ¿cómo podríamos acompañar los procesos de aprendizaje de los que más piensan, más preguntan, más exploran,  más investigan?

Padres y madres de familia, la formación y desarrollo integral de su hijo o hija debe ser de su completo interés, aún en la escuela ustedes deben participar, observar, reflexionar y promover que lo procesos sean dinámicos, novedosos, contextualizados a nuestro tiempo. Dialogue constantemente con las maestras o maestros de sus hijos, indague acerca de su formación académica y profesional, su experiencia, sus actualizaciones,  sus investigaciones. Un maestro que investiga con seguridad se dará a la tarea de conocer a su hijo y le acompañará en sus procesos sin violentar ni coartar. Una maestra que se interesa por su desarrollo profesional buscará gestionar el desarrollo de la sociedad iniciando por su hijo.

El jardín de infancia es un epicentro cultural donde la sociedad tiene su oportunidad de regenerarse, reconstruirse, transformarse. La invitación es a dejar atrás las costumbres del pasado y seguir adelante.





domingo, 19 de enero de 2014

Los que piensan

Los que piensan

Por: Virginia Quintero Blanco
Magister en Educación
Experta en el diseño de Experiencias de Aprendizaje
vquinteroblanco@gmail.com


¿Qué tienen en común una pintura, un edificio,  un libro, un algoritmo y una canción? si bien es cierto que todo lo mencionado anteriormente hace parte de la cotidianidad de la humanidad y que dan respuesta a algunas de las necesidades diarias, en esta reflexión están relacionadas directamente con la posibilidad de contemplar y valorar las manifestaciones del pensamiento.

A diario tenemos la oportunidad de relacionarnos con diferentes personas que se desenvuelven de una manera particular, que hacen propuestas ante las realidades de su vida, dando solución a problemas o simplemente plantean su punto de vista acerca del mundo. A menudo observamos gente moverse, manipular materiales, sin embargo pocas veces alcanzamos a enterarnos o  comprender qué y cómo piensan.
¿Cuántas veces nos hemos preguntado, en qué estaba pensando James Russell el día que inventó el CD (disco compacto)? ¿Qué habríamos pensado algunos de nosotros si hubiéramos observado los intentos previos al gran logro? Imaginemos a Russell en su momento creativo, explorando los materiales necesarios, la apariencia adecuada, el tamaño ideal... es posible que haya en la escena un poco de ruido, "desorden", pero lo más importante, mucho pensamiento.

Ahora permítanme seguirnos preguntando ¿cuántos de nosotros hemos disfrutado del pensamiento de Russell manifiesto en un CD? Y ya sabemos que muchos han disfrutado la oportunidad de plasmar sus pensamientos en un CD. A lo que quiero que le pongamos zoom en esta reflexión es a que todos los seres humanos pensamos y, lo que es más valioso, tenemos formas diversas y particulares de manifestar esos pensamientos. Y cuando digo "todos" hago referencia al sentido literal de la palabra, ya que el pensamiento no tiene edad, el pensamiento es una constante en la existencia del ser humano, lo que nos lleva a tener en cuenta que los niños y las niñas piensan.

Uno de los más valiosos avances en los últimos tiempos está  relacionado con los estudios científicos acerca del neurodesarrollo, los que han demostrado que el cerebro humano tiene su mayor momento de productividad durante los primeros seis años de vida de una persona, lo anterior debido a que es el periodo de tiempo en el que las neuronas realizan con más facilidad y rapidez conexiones a las que se les llama sinapsis. Pasado éste periodo de tiempo el cerebro inicia una especie de declive y permanece con todas las sinapsis fortalecidas y/o altamente estimuladas.

James Russell tenía 39 años cuando presentó su propuesta de pensamiento manifiesta en el CD, pero existe un detalle mucho más relevante en la historia de este personaje que nos ayuda a comprender mi intención al compartir esta reflexión. La infancia de Russell  fue la oportunidad para expresar, afianzar y manifestar su pensamiento como investigador científico. Buena muestra de ello es el barco con mando a distancia que construyó cuando apenas tenía 6 años. Mi mayor admiración es para los adultos acompañantes del niño James Russell de aquella época, su riesgo es de aplaudir, y digo riesgo porque comúnmente eso es lo que representa para los adultos cuando los niños y las niñas exploran materiales que según ellos (algunos adultos) no les pertenecen y no son apropiados para la etapa. La verdad es que si los padres, la nana o los maestros de Russell a los 6 años se hubieran dejado llevar por sus miedos muy posiblemente aún estaríamos escuchando música en discos de acetato. Analicemos la situación,  ¿qué necesitó el niño Russell para a sus 6 años de edad lograr manifestar su potencial creativo científico en aquel barco de mando a distancia? En mi opinión creo que no fue un juguete prefabricado el insumo, creo que disfrutó la posibilidad de explorar, experimentar, descubrir materiales, causas y efectos, ensayos, errores, hasta concluir y lograr lo que estaba en su pensamiento.

Creo que el mayor logro de James Russell no fue el CD,  porque a un adulto cualquiera le permite y le cree. El mayor logro de Russell fue crear algo a los 6 años y que los adultos a su alrededor le creyeran, le respetaran y le permitieran demostrar que los niños y las niñas no sólo deambulan por el mundo tirando cosas, corriendo peligros, esperando crecer pera poder pensar y manifestar su pensamiento. ¡No! La verdad científicamente comprobada y la que he observado de primera mano durante años, es que la infancia es el periodo cerebral de mayor actividad de pensamiento y creatividad.

Los niños y las niñas piensan, ¿no lo hacía usted cuándo lo era? Algunos adultos olvidan el ímpetu de su infancia, se desconectan de su realidad de esa época,  del poder de sus pensamientos de esa época y los reemplazan por aceptar los miedos que sus adultos de aquel momento les entregaron. Eso es lo que se manifiesta cada vez que un adulto ve a una niña o a un niño en búsqueda de insumo para explorar y descubrir, para alimentar sus ideas y manifestar su creatividad. A los niños y las niñas sólo le permiten mostrar y demostrar lo que sus adultos acompañantes aprueban, entonces coartan y limitan su potencial de pensamiento.
Es muy común escuchar a un adulto decirle a un niño delante de otro adulto: haz una cara de, baila como, dale un beso de, canta... y el adulto se siente orgulloso y satisfecho por su "entrenamiento" ya que es posible que el niño haga todo lo que le dicen.  La pregunta entonces sería, ¿lo que usted quiere es un ser humano que haga siempre lo que otros le digan? ¿cuánto espacio le está dando a su niño o niña para que muestre lo que piensa? ¿ha observado a un niño o niña sin intervenir para ver lo que piensa?

Finamente imaginemos a Russell durante sus momentos de pensamiento creativo científico, en dos diferentes etapas de su desarrollo. A los 6 años cuando exploraba materiales con seguridad dejó caer algunos de ellos, a los 39 también. Cuenta la historia que realizó varios intentos fallidos antes de lograr el CD que hoy conocemos, los niños también descubren la realidad del mundo a través del ensayo-error. Russell necesitó de momentos de soledad en los que sus dudas se contrastaran con sus conocimientos previos para dar luz a nuevas respuestas. Un niño o una niña también requiere de su espacio libre, sin manos y sin requerimientos de adultos, sólo él con sus dudas acerca del mundo y sus pensamientos para crear respuestas.

El pensamiento, el gran, poderoso, esplendido pensamiento de los niños y las niñas existe. La invitación es a que así como se respeta a un artista o a un científico adulto en sus momentos de exploración e investigación, dispongamos ambientes ricos en posibilidades y seguros para que la infancia nos deje ver su pensamiento, sin predisposiciones de adultos, sin sus miedos. Mi invitación es que en espacios de libertad, los adultos que acompañan niños y niñas sean conscientes que ellos son seres humanos con una gran riqueza para darnos y que con tan solo escucharles y observarlos ellos nos darán muchas respuestas. Porque ellos son los que piensan.

domingo, 5 de enero de 2014

Cuando las niñas y los niños exploran



Las niñas y los niños llegan a un mundo construido. Un mundo físico, biológico, social y cultural, al que necesitan adaptarse y que los necesita para transformarse. En él encuentran elementos y posibilidades para interactuar gracias a sus propias particularidades y capacidades.  Los sentidos, gustar, tocar, ver, oler, oír, cumplen un papel fundamental en la exploración por cuanto sirven para aproximarse al medio de diversas maneras. Explorar permite a las niñas y los niños cuestionarse, resolver problemas, interactuar, usar su cuerpo, investigar, conocer, ensayar, perseverar, ganar independencia. Esta experiencia implica un proceso de construcción de sentido acerca de lo que pasa en el mundo y de lo que significa ser parte de él.  Pág. 67 Estrategia de atención integral a la primera infancia.

Materiales que han sido procesados por el pensamiento humano durante años, se conciben como una propuesta estructurada que tiene un uso y utilidad. Éste es el caso de los instrumento musicales, éstos se encuentran a disposición de niños y niñas en diferentes espacios de su cotidianidad.


Cuando un adulto se acerca a un instrumento musical se siente motivado a interactuar con él a partir de sus gustos y habilidades, teniendo en cuenta lo que conoce acerca de ese instrumento. En el caso de los niños es diferente, para ellos un instrumento musical no está limitado a un uso sonoro, ni a una utilidad artística-musical.

Durante los primeros años de vida, el ser humano cuenta con diversos elementos en su pensamiento que le permiten hacer propuestas creativas e innovadoras a partir de la exploración libre del entorno. La plasticidad cerebral, la curiosidad, imaginación, autenticidad y libertad de prejuicios, son características propias de la infancia que dan paso y nos permiten observar construcciones, investigaciones, creaciones, propuestas significativas que se generan a partir de la exploración.

Es así como una guacharaca es útil para descubrir la habilidad de meter y sacar. Unos palos de agua permiten explorar la estabilidad, dejando ver la atención que puede generar el deseo de alcanzar un logro. Las maracas adquieren una nueva utilidad produciendo nuevas sonoridades. 

Que un niño o niña interactúe con instrumentos musicales es la oportunidad para que entre en contacto con la realidad cultural de su contexto, tal cual como durante la historia se ha gestionado. Pero sobre todo es la posibilidad de que a partir de su experiencia personal cree propuestas que transformen la historia.